Las várices de esófago son una condición en la que los vasos sanguíneos del esófago se encuentran muy dilatados, causando una serie de síntomas desagradables y, incluso, sangrado por la boca.
Entienda qué son esas várices, las potenciales causas, cuáles son los principales efectos secundarios y cómo se da el diagnóstico y tratamiento.
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Várices de esófago: ¿qué son?
Basicamente, las várices esofágicas pueden ser comprendidas como venas hinchadas localizadas en las paredes del esófago – tubo responsable de interconectar la garganta con el estómago.
Estas venas son llamadas várices justamente por tener un tamaño por encima de lo considerado normal, ocasionado por el aumento de presión local.
Debido a ese aumento de presión, las paredes pueden romperse, causando sangrado súbito. Debido al riesgo de sangrado intenso y grave, las várices de esófago demandan tratamiento inmediato cuando se rompen.
Principales causas
Las principales causas de las várices del esófago involucran condiciones que llevan a la obstrucción del flujo sanguíneo en el hígado, aumentando la presión en las venas del lugar – cuadro conocido como hipertensión portal.
El aumento de la presión hace que las venas de las paredes del esófago se dilaten, causen acumulación de sangre y, en casos graves, sangrados intensos.
Las principales causas de hipertensión portal que pueden llevar al aparecimiento de várices esofágicas son:
- Cirrosis hepática de cualquier origen (alcohólica, viral, esteatohepatitis, etc.);
- Trombosis de las venas o arterias hepáticas.
Síntomas de las várices de esófago
Las várices de esófago no poseen síntomas específicos, pero, cuando se rompen, pueden llevar a hemorragia y algunos síntomas, como:
- Hinchazón abdominal;
- Heces más oscurecidas y con olor muy fuerte;
- Debilidad;
- Palidez o piel más amarillenta;
- Presencia de vómitos con sangre;
- Respiración agitada;
- Sensación de malestar;
- Mareo.
Es importante resaltar que la presencia de sangrado es un síntoma grave de las várices esofágicas. Es necesario buscar ayuda hospitalaria para evitar la pérdida considerable de sangre y problemas derivados de ello.
Cómo se realiza el diagnóstico y el tratamiento
La endoscopia digestiva alta es el principal examen para diagnóstico de las várices de esófago. Es por medio de la endoscopia que el médico podrá observar la presencia de várices y posibles puntos de sangrado.
En relación al tratamiento, hay algunas opciones. Una de las principales es a través de medicamentos que alivian la presión en el interior de las venas, disminuyendo o evitando los sangrados.
Para el tratamiento del sangrado, el médico, a través de la endoscopia, podrá optar por la utilización de bandas elásticas alrededor de las várices para contener sangrados detectados.
En casos más graves, si es realmente necesario, hay la opción de intervención quirúrgica vascular.
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Residência em Endoscopia Digestiva no Hospital das Clínicas da USP (HCFMUSP)
Residência em Gastroenterologia no Hospital Universitário da UFSC
Presidente da SOBED / SC na gestão 2018-2020
Médico da clínica Endogastro em Florianópolis e ProGastro em Joinville