La enfermedad celíaca es una condición autoinmune que afecta al intestino delgado. Descubra los síntomas, causas y tratamientos en esta guía completa.
Al ser un problema de salud complejo que afecta a un número creciente de personas en todo el mundo, siempre requiere un enfoque cuidadoso e informado.
Entonces, ¿qué es exactamente la enfermedad celíaca? Es una condición en la que el sistema inmunológico, que normalmente protege nuestro cuerpo contra invasores no deseados, reacciona de manera anormal al gluten, una proteína que se encuentra en alimentos como el trigo, la cebada y el centeno.
Esta reacción desencadena una respuesta inflamatoria en el intestino delgado, causando una serie de síntomas incómodos y dañinos.
Pero no te preocupes, la comprensión de la enfermedad celíaca ha avanzado significativamente en los últimos años.
Hoy, tenemos una mejor comprensión de sus causas y opciones de tratamiento. El seguimiento médico y nutricional hace una gran diferencia en ayudar a los pacientes a vivir una vida saludable y plena, incluso con esta enfermedad.
Prepárate para entender más a fondo los detalles de la enfermedad celíaca y descubrir las características de sus síntomas, causas y tratamientos.
Aprende también a identificar la enfermedad, qué alimentos evitar y cómo adoptar una dieta saludable y equilibrada.
Recuerda que el conocimiento es la clave para enfrentar cualquier desafío de salud y, armado con la información correcta, puedes aprender a vivir bien con la enfermedad celíaca.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
La enfermedad celíaca es un trastorno crónico del sistema inmunológico desencadenado por la ingestión de gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
Esta condición afecta a aproximadamente el 1% de la población mundial y puede manifestarse a cualquier edad.
Cuando una persona con enfermedad celíaca consume alimentos que contienen gluten, el sistema inmunológico reacciona de manera anormal, dañando gradualmente las vellosidades del intestino delgado.
Estas vellosidades son responsables de la absorción adecuada de nutrientes esenciales de los alimentos.
Como resultado, la persona puede sufrir de deficiencias nutricionales, además de una serie de síntomas variados que afectan al cuerpo en su conjunto.
Aunque la enfermedad celíaca no tiene cura, al evitar alimentos con trigo, cebada y centeno, es posible controlar los síntomas y permitir que el intestino delgado se recupere gradualmente.
Es importante destacar que la exclusión completa del gluten es fundamental, ya que incluso pequeñas cantidades pueden desencadenar daños significativos al organismo.
Además, es esencial que las personas con enfermedad celíaca sean seguidas por profesionales de la salud, como nutricionistas especializados en dietas sin gluten, para garantizar una alimentación equilibrada y adecuada.
Esta condición también requiere atención en relación a posibles contaminaciones cruzadas en restaurantes y en productos procesados, ya que trazas de gluten pueden desencadenar los síntomas de la enfermedad que conocerás mejor más adelante.
Aunque la enfermedad celíaca afecta la calidad de vida de quienes la padecen, con el debido seguimiento médico y una dieta adecuada es posible llevar una vida saludable y plena, evitando complicaciones a largo plazo y disfrutando de una alimentación equilibrada y sabrosa, libre de gluten.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar significativamente de una persona a otra, lo que a menudo hace que el diagnóstico sea desafiante.
Algunos individuos pueden presentar síntomas clásicos, mientras que otros pueden tener síntomas más sutiles o incluso ser asintomáticos.
Los síntomas más comunes de la enfermedad celíaca incluyen problemas gastrointestinales, como:
1- Diarrea crónica;
2- Estreñimiento;
3- Flatulencia;
4- Distensión abdominal;
5- Dolor abdominal.
Sin embargo, otros síntomas también pueden ocurrir fuera del tracto gastrointestinal, como pérdida de peso inexplicada, fatiga, debilidad, anemia, irritabilidad, depresión, problemas de crecimiento en niños y osteoporosis en adultos.
Además, la enfermedad celíaca puede causar una serie de síntomas menos comunes, como dolores de cabeza, hormigueo en las manos y los pies, problemas de coordinación, convulsiones, infertilidad, aborto espontáneo recurrente y lesiones cutáneas, como erupciones cutáneas pruriginosas o ampollas.
Cabe destacar que los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar ampliamente y no todas las personas presentan los mismos signos.
Además, algunos individuos pueden desarrollar la enfermedad celíaca más tarde en la vida, después de años de tolerancia al gluten.
Por eso es fundamental la alerta: si sospechas que puedes tener enfermedad celíaca, es necesario buscar orientación médica para hacer un diagnóstico, ya que el tratamiento adecuado, que consiste en una dieta libre de gluten, puede aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.
¿Qué causa la enfermedad celíaca?
Se cree que la enfermedad es desencadenada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Los genes juegan un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad celíaca.
Las personas con ciertas variantes genéticas tienen una mayor predisposición a desarrollar la condición.
Sin embargo, no todas las personas con estas variantes genéticas desarrollan la enfermedad, lo que indica que otros factores también están involucrados.
La exposición al gluten es un factor ambiental clave en el desarrollo de la enfermedad celíaca.
Cuando las personas genéticamente predispuestas consumen alimentos que contienen gluten, el sistema inmunológico reacciona de manera anormal, desencadenando una respuesta inflamatoria en el intestino delgado.
Esto lleva a la deterioración de la mucosa del intestino, perjudicando la absorción de nutrientes esenciales.
Aparte de los factores genéticos y la exposición al gluten, otros elementos pueden influir en el desarrollo de la enfermedad celíaca.
Las infecciones virales, como la gastroenteritis, durante la infancia, pueden desencadenar la enfermedad en personas genéticamente susceptibles.
La lactancia materna también puede desempeñar un papel protector, ya que la lactancia materna exclusiva durante un período prolongado puede reducir el riesgo de aparición de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico de la enfermedad celíaca requiere un enfoque multidisciplinario, que incluye la historia clínica del paciente, exámenes de laboratorio y pruebas específicas.
Inicialmente, el médico realizará un análisis minucioso de los síntomas e historial médico del paciente, teniendo en cuenta la presencia de signos como diarrea crónica, pérdida de peso inexplicada, fatiga, dolores abdominales y deficiencias nutricionales.
Estos indicios pueden indicar la necesidad de investigar la enfermedad celíaca.
Los exámenes de laboratorio son esenciales para ayudar en el diagnóstico.
La prueba de sangre, por ejemplo, verifica la presencia de anticuerpos específicos (anticuerpos antigliadina, antitransglutaminasa y antiendomisio) que son producidos por el sistema inmunológico en respuesta a la exposición al gluten.
Si estos anticuerpos están elevados, es un indicativo de la posibilidad de la enfermedad celíaca.
Para confirmar el diagnóstico, es necesario realizar una biopsia del intestino delgado.
Durante este procedimiento, se toman pequeñas muestras de tejido del duodeno durante una endoscopia digestiva, para análisis microscópico.
Los resultados revelan alteraciones características, como el aplanamiento de las vellosidades intestinales, que ocurren como resultado de la reacción autoinmune desencadenada por el gluten.
¿Cuál es el tratamiento para la enfermedad celíaca?
El tratamiento para esta condición consiste en adoptar una dieta libre de gluten, eliminando completamente los alimentos que contengan esta sustancia.
La dieta sin gluten implica la exclusión de panes, pastas, pasteles, galletas y alimentos procesados que puedan contener cualquier rastro de gluten.
Lee cuidadosamente las etiquetas de los alimentos, ya que el gluten puede estar presente en ingredientes menos obvios, como salsas, condimentos e incluso en algunos medicamentos. Participar en una asociación de personas con enfermedad celíaca también ayuda, ya que estas ya tienen una base de datos sobre muchos alimentos industrializados que contienen o no gluten, facilitando la elección más adecuada.
Para garantizar una nutrición correcta, se recomienda buscar la orientación de un nutricionista especializado en enfermedad celíaca.
Los suplementos vitamínicos pueden ser indicados para prevenir deficiencias nutricionales, especialmente de hierro, calcio y vitaminas del complejo B.
Y junto con la dieta, es fundamental mantener un seguimiento médico regular para monitorear la evolución de la enfermedad y el estado nutricional.
Conclusión
En resumen, la enfermedad celíaca es una condición seria que requiere cuidados y atención especial a la dieta.
Con el diagnóstico correcto y la adhesión rigurosa a una dieta sin gluten, los síntomas pueden ser controlados y las personas afectadas pueden llevar una vida saludable y activa.
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Doutor em Gastroenterologia pela FM-USP.
Especialista em Cirurgia do Aparelho Digestivo (HCFMUSP), Endoscopia Digestiva (SOBED) e Gastroenterologia (FBG).
Professor do curso de Medicina da Fundação Educacional do Município de Assis - FEMA.
Médico da clínica Gastrosaúde de Marília.