Enfermedad celíaca: diagnóstico, alimentación y tratamiento
La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune en la que el organismo reacciona de forma anormal al gluten, es decir, creando anticuerpos que atacan el propio cuerpo.
El gluten es una proteína encontrada en el trigo, la cebada y el centeno. Al consumir alimentos derivados de estos ingredientes, el sistema inmunológico ataca parte del intestino, resultando en mala absorción de los nutrientes, diarrea y otros problemas.
Conozca cuáles son los síntomas, cómo se diagnostica la enfermedad celíaca, el tratamiento y qué es mito sobre esta condición.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?
El desarrollo de la enfermedad celíaca puede ocurrir ya en la infancia, sin embargo, los adultos también pueden manifestar la enfermedad a lo largo de la vida.
Los síntomas están relacionados con daños en la pared intestinal, causados por el ataque de los autoanticuerpos. Estos daños ocasionan la mala absorción intestinal, pudiendo llevar a síntomas como:
- anemia;
- baja absorción de nutrientes;
- diarrea crónica;
- dolor abdominal;
- falta de apetito;
- hinchazón en la barriga;
- osteoporosis;
- pérdida de peso y desnutrición.
¿Cómo funciona el diagnóstico?
El diagnóstico de la enfermedad celíaca es realizado por un médico gastroenterólogo, que realiza un examen clínico para análisis de los síntomas y la biopsia del intestino por medio de endoscopia digestiva.
Exámenes de sangre para la investigación de los autoanticuerpos también son necesarios para la comprobación diagnóstica. En algunos casos también se realizan exámenes genéticos.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
La enfermedad celíaca no tiene cura. Por ser una enfermedad autoinmune, el mejor tratamiento consiste en la restricción total de gluten.
Al excluir esa proteína de la alimentación, el paciente notará que los síntomas desaparecen. Claramente no es un enfoque fácil, y las personas suelen tener bastante dificultad para convivir con las restricciones alimentarias.
Sin embargo, por no tener cura, la enfermedad celíaca depende directamente de la alimentación para ser mantenida bajo control. La dieta debe ser seguida rigurosamente por el paciente y por el resto de su vida.
Importante: si no se trata, la enfermedad celíaca puede acarrear problemas graves de salud, como desnutrición, infertilidad y hasta neoplasias como el linfoma.
Alimentación libre de gluten
Los pacientes son orientados por el médico en cuanto a la dieta adecuada para contención de los síntomas. Además, es necesario seguir una serie de cuidados para no correr el riesgo de contaminación cruzada a la hora de preparar alimentos.
Durante los primeros meses de tratamiento, el médico puede analizar la posibilidad de restringir el consumo de leche y derivados con el objetivo de observar si el paciente también sufre de intolerancia a la lactosa, que muchas veces es secundaria al daño intestinal.
El médico también puede recomendar al paciente que busque ayuda de un nutricionista especializado para asistir en las adaptaciones alimentarias.
Importante: el paciente con enfermedad celíaca necesita habituarse a leer las etiquetas de alimentos industrializados. Las propias marcas escriben una advertencia a los intolerantes al gluten y a la lactosa.
¡Atención a las etiquetas!
La Ley Federal n.º 10.674 de 2003 asegura que todos los alimentos industrializados obligatoriamente deben informar la presencia o no de gluten en sus etiquetas para garantizar el derecho a la salud de personas con enfermedad celíaca.
Mitos sobre la enfermedad celíaca
Aún hoy hay varios mitos involucrando la enfermedad celíaca, siendo los principales:
La enfermedad celíaca es una alergia alimentaria
Hay una confusión en relación a la enfermedad celíaca. Muchas personas la consideran una alergia alimentaria, pero se trata de una condición mucho más complicada.
Por un lado, la alergia alimentaria consiste en una reacción del cuerpo al consumo de un determinado alimento, ocurriendo justo después de su consumo, con síntomas como falta de aire y erupciones cutáneas.
La enfermedad celíaca, por su parte, puede progresar de forma lenta y silenciosa, con síntomas leves que se vuelven cada vez más acentuados, hasta que el paciente percibe algo incorrecto en el organismo.
Solo síntomas digestivos son causados por la enfermedad celíaca
Aquí hay otro error común en cuanto al entendimiento de la enfermedad. Aunque los síntomas más clásicos sean dolores en la región del abdomen, náuseas, gases, diarrea y pérdida de peso, la enfermedad celíaca puede generar otros problemas no relacionados al sistema digestivo, tales como:
- alteraciones de humor;
- anemia;
- cansancio;
- dermatitis herpetiforme;
- dolores en las articulaciones;
- hormigueo en las manos y pies;
- lesiones en la boca;
- menstruación irregular;
- problemas de crecimiento (en niños).
La enfermedad celíaca no es grave
La enfermedad celíaca, así como toda enfermedad autoinmune, puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Algunas de estas complicaciones involucran:
- neoplasias como el linfoma;
- desnutrición;
- infertilidad y aborto espontáneo;
- osteoporosis;
- problemas neurológicos.
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