Dificultad para tragar: Conozca las causas y efectos de la disfagia

¿Sabes qué significa el término disfagia? ¿Has oído esta palabra en algún lugar antes? Si nunca has oído hablar de ella, siendo un verdadero marinero de primera viaje, sin saber nada al respecto, déjanos contarte lo que significa.

La disfagia es simplemente una dificultad para tragar, deglutir o ingerir líquidos o alimentos sólidos, es decir, llevar el bolo alimenticio de la garganta al estómago, pudiendo ocurrir con cualquier persona, en cualquier edad y en cualquier momento de la vida.

Pero, ¿cuáles son las causas y los efectos que la disfagia provoca en nuestro organismo?

Vamos, entonces, a conocer cada una.

Dificultad para tragar: Conozca las principales causas

Hablar sobre las principales causas cuando nos referimos a algún síntoma, la mayoría de las veces es un poco complejo y hasta puede parecer extraño; pues, el cuerpo humano es siempre un misterio y cada organismo se comporta de una manera.

Sin embargo, ¿y la disfagia?

Pero, en el caso de la disfagia, dificultad para tragar, sabemos básicamente que es una alteración que puede ser causada por lesiones estructurales o funcionales de la región del esófago. El esófago es un tubo que lleva el alimento hasta el estómago, tanto líquidos como sólidos.

Para una mejor comprensión dividimos estas causas en tres niveles: simples, importantes y graves.

Causas simples

En un primer momento, refiriéndonos a causas simples, pueden no tratarse de alguna enfermedad que cause preocupaciones, sino simplemente de un hábito que es un villano no sólo para la salud de nuestra garganta, sino también para la de nuestros dientes y boca en general.

Hablo de una alimentación incorrecta, causada por:

  • Una masticación rápida e inadecuada;
  • Intento de tragar alimentos muy grandes;
  • Alimentos muy calientes;
  • Intentar tragar hablando o riendo; 
  • Uno de los peores, intentar comer estando casi acostado.

Muchos piensan que esto es una gran tontería, que no influye en nada, pero si esto no fuera tan serio y afectara directamente nuestra salud, ¿otros profesionales de la salud, además de gastroenterólogos y dentistas, también darían las mismas orientaciones?

¡Por supuesto que no!

Estas orientaciones, siempre insistidas por nuestros padres desde la infancia, que nos acompañan a lo largo de la vida, hacen mucha diferencia.

Esto se debe a que tales malos hábitos pueden provocar la evolución de los síntomas, como la disfagia funcional o motora, que son trastornos musculares o neurológicos de los órganos que forman parte del proceso de deglución, es decir, enfermedades de los músculos del esófago y de los nervios que hacen funcionar el esófago, científicamente hablando.

¿Ves cómo un simple detalle, como alimentarse con calma y tranquilidad, puede tener un efecto positivo y preventivo para nosotros?

Si no has seguido estos pasos, a través de los tirones de orejas de tus padres hasta hoy, no dejes de seguirlos a partir de ahora, ¿vale?

Causas importantes

En este segundo momento, vamos a conocer algunas causas importantes que requieren un poco más de atención y que también pueden estar asociadas a la dificultad para tragar, como:

  • Acalasia: es un raro trastorno que dificulta la entrada de líquidos en el estómago que, además de la dificultad para tragar, que es característica típica, también cuenta con la presencia de la indeseable acidez;
  • Atragantamiento: Se trata de una momentánea parálisis respiratoria causada por un bloqueo en la tráquea, contando con cianosis y tos; y 
  • Reflujo gastroesofágico: es el retorno del ácido del estómago, a la parte inicial de la tráquea, desencadenando una irritación de la mucosa, también contando con síntomas como: boca amarga y tos después de las comidas.

¿Ves cuánto la falta de cuidados básicos puede, a medio y largo plazo, desencadenar la evolución hacia molestias aún mayores?

¡Estate atento!

Causas graves

Y en tercer lugar, sobre las causas “graves”, algunas son originadas por problemas un poco más severos, pudiendo ser, incluso, permanentes, conforme se describe a continuación:

  • Accidente cerebrovascular (ACV);
  • Enfermedad de Huntington;
  • Enfermedad de Parkinson;
  • Esclerosis múltiple;
  • Enfermedad de Alzheimer; 
  • Parálisis cerebral;
  • Cáncer de esófago.

Incluso una pequeña molestia, puede convertirse en algo más serio, por eso, después de aprender un poco sobre las causas de la disfagia, ¿vamos a ver cómo diagnosticar?

¿Cómo se diagnostica la disfagia?

Sepa que si la persona está con algunos de los síntomas primarios informados anteriormente, si se mantienen por días, debe buscar al especialista lo más pronto posible; pues con seguridad él realizará algunos exámenes, como, por ejemplo:

  • Prueba de deglución: que busca identificar irregularidades en la musculatura de la boca o garganta;
  • Endoscopia digestiva: para el análisis de los órganos que componen el aparato digestivo como boca, esófago y estómago;
  • Rayos X con contraste: para una visualización más precisa de la anatomía del esófago y estómago; 
  • Manometría: prueba más específica para verificar el funcionamiento de los músculos del esófago.

Con el diagnóstico correcto en manos, es mucho más fácil iniciar previamente el tratamiento correcto e inhibir mayores complicaciones. Entonces, ¿qué tal conocer los tratamientos más indicados?

¿Cuáles son los tratamientos más indicados para la disfagia?

Entrando ahora en el campo de los tratamientos, obviamente toda la terapéutica debe ir al encuentro del foco del problema, que dependerá directamente de lo que ocasionó la dificultad para tragar.

Los tratamientos más conocidos son:

  • Ejercicios para fortalecimiento muscular: siendo las conocidas terapias de rehabilitación de los músculos responsables del proceso de deglución;
  • Medicamentos: los medicamentos que controlan la producción de ácido pueden ser indicados para ayudar en el control de los síntomas;
  • Cirugía: en casos más graves, el camino más indicado puede ser la intervención quirúrgica. 

Estos son los tratamientos importantes, sin embargo, prevenir tomando algunas precauciones aún es útil, veamos…

Cuidados para quien tiene dificultad para tragar

Conociendo un poco más sobre la dificultad para tragar o disfagia, sus causas y los tratamientos más adecuados, algunos consejos para evitar estos indeseables síntomas son más que bienvenidos.

Y ya sabes cuáles son, recapitulando…

  • Alimentarse, evitando alimentos muy grandes, es indispensable;
  • Las verduras y alimentos más rígidos deben estar bien cocidos;
  • Variar las comidas optando por alimentos blandos como sopas cremosas, por ejemplo;
  • Evitar jugos aguados, pues causan atragantamientos con más facilidad; 
  • Por último, masticar bien los alimentos.

¿Ves cómo es fácil, observar nuestra rutina y corregir pequeñas acciones? Basta seguir algunas de estas orientaciones.

Conclusión

Si te gustó saber un poco más sobre el tema dificultad para tragar, la disfagia, y deseas estar siempre al tanto de información relevante para la salud del aparato digestivo, mantente atento al Gastroblog.

El Gastroblog ofrece contenidos dirigidos a actualizar a los pacientes interesados sobre temas del aparato digestivo.

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¿Qué hacer para mantener tu estómago saludable?

Tener un cuerpo saludable es beneficioso no solo para su salud física e inmunológica, sino también para su salud mental, aumentando significativamente su autoestima.

El estómago es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo y siempre debe estar en buenas condiciones de funcionamiento.

¿Pero qué hacer para mantener el estómago saludable? Bueno, esta publicación fue desarrollada especialmente para brindarte consejos sobre hábitos simples para que puedas tener un estómago saludable sin preocupaciones.

Consejos prácticos para mantener tu estómago saludable

No hay mucho secreto cuando se trata de salud estomacal, porque si sigues una serie de hábitos simples y efectivos, tu estómago podrá mantener un buen funcionamiento.

A continuación, te presentamos algunos consejos prácticos para mantener tu estómago saludable y mejorar tu calidad de vida.

Incluye más fibra en tu dieta diaria

Las fibras se caracterizan por ser compuestos de origen vegetal no digeridos por el organismo.

Al incluir una cantidad adecuada de fibra en tu dieta, ayudarán a mantener un estómago saludable, además de prevenir y combatir problemas de salud como la obesidad, la diabetes, el estreñimiento y también las enfermedades cardiovasculares.

Otro punto positivo de estos compuestos es que algunas fibras tienen efecto prebiótico. Por lo tanto, son un alimento para las bacterias beneficiosas del intestino que fortalecen el sistema inmunológico.

Existen dos variaciones de fibras, las solubles y las insolubles, y la mayoría de los alimentos contienen estos dos tipos de fibras. 

El consumo diario de fibra recomendado para un adulto varía de 25 a 38 gramos.

Algunos de los alimentos con altos niveles de fibra son:

  • legumbres: frijoles, lentejas y garbanzos;
  • panes y galletas integrales;
  • granos, harinas integrales, salvados: avena, arroz y linaza;
  • frutas: piña, plátano, mora, caju, mango y papaya;
  • vegetales: calabaza, lechuga, acelga, brócoli y okra.

Consume alimentos ricos en probióticos y prebióticos

Los alimentos ricos en probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos, las conocidas bacterias beneficiosas. Al ingerir correctamente estos microorganismos, actuarán en la promoción del equilibrio de la microbiota intestinal.

Los alimentos prebióticos, por su parte, son aquellos que contienen componentes alimentarios que no son digeribles y se derivan de los carbohidratos, como las fibras, que contribuyen bastante al desarrollo de los probióticos.

Así, alimentos como el yogur natural, leche fermentada, kombucha y kefir son ricos en probióticos mientras que alimentos como avena, manzana, soja, cebolla y ajo son ricos en prebióticos.

Mantente físicamente activo todos los días

Los ejercicios físicos son excelentes para el cuerpo humano, porque cuando nos ejercitamos, nuestro cuerpo puede disfrutar de beneficios como el aumento de la disposición, fortalecimiento de los músculos y reducción del estrés. Además, los ejercicios también contribuyen a que el estómago funcione normalmente con una digestión rápida.

Las actividades físicas facilitan el paso de los alimentos por el intestino de manera más eficaz, aumentando la velocidad de la conducción del bolo alimenticio y haciendo la futura evacuación más eficaz.

Ejercitarse adecuadamente puede ayudar mucho a las personas que sufren de estreñimiento y con gases.

Limita los abusos de alcohol, cafeína y tabaco

El alcohol, el tabaco y la cafeína en exceso son responsables de causar muchos daños al cuerpo humano, afectando tanto al estómago como al cerebro y al hígado.

Por ello, es fundamental no exagerar en el consumo de estos componentes y mantener tu cuerpo hidratado.

Hidrátate correctamente durante todo el día

El agua participa en todos los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo, ayuda en el transporte de nutrientes, enzimas, hormonas y células sanguíneas en el organismo, además de proporcionar el funcionamiento correcto del estómago

Por eso, es extremadamente importante beber al menos 2 litros de agua diariamente para hidratar tu cuerpo.

Opta por postres más saludables

Es posible consumir postres más saludables para evitar los problemas causados por el exceso de azúcar.

Los postres y los dulces que utilizan mucho azúcar y chocolates dañan la salud del estómago de varias maneras y pueden causar enfermedades.

Hay varias opciones de postres con frutas, que son saludables y tienen altos niveles de vitaminas para el organismo.

Señales de alerta de que tu estómago no está saludable

En la era moderna estamos siempre ocupados, con una rutina llena de tareas y quehaceres. Con esto, es común que olvidemos cuidar de nuestra salud estomacal.

El resultado de esto muchas veces son problemas de salud que acaban apareciendo a lo largo del tiempo. Estos problemas pueden causar dolores de cabeza y ansiedad, además del hecho de interrumpir la vida diaria del individuo.

Algunas señales de alerta que indican que tu estómago no está saludable son:

  • Mal aliento: causado por inflamación de las encías, inflamación periodontal, prótesis dentales y saburra en la lengua. El mal aliento también puede ser un indicio de la existencia de enfermedades gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico y la infección bacteriana del estómago;
  • Dolores abdominales: los dolores abdominales pueden estar relacionados con el mal funcionamiento del estómago y del sistema digestivo en general. Cuando estos dolores están relacionados con el sistema digestivo, se concentran en la región superior del abdomen, siendo indicios de enfermedades que se desarrollan en el estómago como úlceras, enfermedad del reflujo gastroesofágico, gastritis, piedra en la vesícula y la inflamación de ella. Al sentir dolores recurrentes en el abdomen consulta a un médico inmediatamente;
  • Reflujo gastroesofágico: síntomas como acidez y ardor son señales que están relacionados con la enfermedad del reflujo gastroesofágico. Este problema ocurre cuando el jugo gástrico vuelve al esófago y causa irritación en el órgano con acidez, ardor, dolor abdominal, regurgitación e incluso tos. Otros problemas a los que debes estar atento son vómitos frecuentes, pérdida de peso, sangrado en heces, dolores en la región del abdomen y también la existencia de antecedentes de cáncer gástrico en la familia;
  • Diarrea: cuando este problema continúa por un tiempo significativo, más de un mes, puede ser una alerta sobre la existencia de enfermedades del tracto gastrointestinal como enfermedad inflamatoria intestinal, intolerancias alimentarias e incluso el síndrome del intestino irritable.

Conclusión

Para mantener tu estómago saludable, libre de enfermedades y con plenas condiciones de funcionamiento, debes adoptar algunos hábitos que pueden parecer simples, pero son muy efectivos.

Si notas anormalidades en tu organismo, busca a un médico especializado lo antes posible para realizar el diagnóstico correcto.

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Estreñimiento o prisión de vientre: ¡Todo lo que necesitas saber!

Estar con la salud al día ayuda a las personas no solo a evitar los riesgos de desarrollar diversas enfermedades, sino también a aumentar su autoestima, productividad y felicidad.

El estreñimiento intestinal es un problema que causa grandes molestias a varios individuos, interfiriendo incluso en las actividades simples del día a día.

Con esto en mente, este post fue desarrollado para que sepas todo sobre el estreñimiento intestinal, incluyendo sus síntomas, cómo detectarlos y qué tratamientos están disponibles.

¿Sabes qué es el estreñimiento intestinal?

El estreñimiento intestinal, más conocido como estreñimiento, es un trastorno intestinal causado por factores como la insuficiencia de fibra en el organismo, bajo consumo de líquidos, sedentarismo, exceso de proteína animal y mal funcionamiento del intestino.

Esta enfermedad se caracteriza por la dificultad para evacuar las heces formadas, resultando en varios días o incluso semanas sin que el individuo pueda evacuar.

Cada persona tiene un ritmo de evacuación natural para su cuerpo, por lo que algunos individuos pueden hacer esta necesidad hasta tres veces al día mientras que otros lo hacen tres veces a la semana, esto es normal.

Sin embargo, cuando este patrón natural se rompe, resulta en una reducción anormal del mismo, que también va acompañada de algunos síntomas como dolores intestinales, heces endurecidas, dificultad para evacuar e incluso sangrados. Esto puede encender una señal de alerta.

El funcionamiento adecuado del intestino depende de algunos factores, como la ingesta de agua, el consumo ideal de fibra y la práctica de actividad física.

El alto consumo de alimentos de origen industrial puede dañar bastante tu intestino e interferir en la retención de fibra, ya que durante el proceso de procesamiento de estos alimentos, a menudo se pierden las fibras y las proteínas.

¿Qué síntomas están asociados al estreñimiento?

Además de la desregulación del número de veces que el individuo puede evacuar, el estreñimiento trae consigo otros síntomas que pueden variar de persona a persona.

Algunos síntomas son:

  • Hinchazón y dolor en la región del abdomen;
  • Sensación de evacuación mal lograda;
  • Exceso de gases;
  • Trastornos digestivos;
  • Irritabilidad;
  • Malestar.

¿Qué tipos de tratamiento se recomiendan para el estreñimiento intestinal?

Como el estreñimiento intestinal se basa en el mal funcionamiento del intestino, sus tratamientos están dirigidos a mejorar la calidad y la salud del sistema digestivo con el fin de permitir que las evacuaciones se realicen de manera normal.

La alimentación es la principal responsable de causar el estreñimiento. Por lo tanto, consumir regularmente alimentos ricos en fibra es una excelente forma de prevenir este trastorno.

Algunos alimentos ricos en fibra son:

  • Verduras: nabo, maíz verde, okra, tomate, rábano, zanahoria, cebolla, remolacha, col, brócoli, espárragos, lechuga, berro, calabaza y patata;
  • Legumbres: guisantes, frijoles, soja en grano, garbanzos y lentejas;
  • Frutas: manzana, papaya, piña, aguacate, maracuyá, sandía, fresa, pera, melocotón, cereza, guayaba y kiwi;
  • Harinas integrales, salvados y granos: linaza, avena, arroz, maíz, trigo y cebada;
  • Cereales integrales.

En casos más graves, se recomienda encarecidamente buscar la ayuda de un profesional especializado para realizar procedimientos adecuados para tratar esta condición.

Es importante destacar que el uso de medicamentos laxantes debe hacerse con un control riguroso y con orientación certificada.

Además, hay alimentos con propiedades laxantes que puedes consumir para tratar el estreñimiento. Como ejemplo, podemos mencionar frutas como la papaya y la ciruela, además de salvados, jugos verdes y suplementos que contienen fibra.

¿Qué causa el estreñimiento y cómo se puede prevenir?

El estreñimiento es causado por la combinación de factores como: falta de ejercicio físico, dieta pobre en términos de fibra, poca ingesta de líquidos (como agua) y alto consumo de alimentos industrializados.

El estreñimiento intestinal puede estar relacionado con otras enfermedades del recto y del colon, como hemorroides, cáncer colorrectal, diverticulosis y fisuras anales. Además, el uso de ciertos medicamentos y la aparición de cambios metabólicos y neurológicos pueden ser un precursor de este problema.

Otras posibles causas del estreñimiento son el estrés, la depresión y la ansiedad, que también pueden causar interferencias en los hábitos intestinales del individuo.

Para evitar la aparición de estreñimiento intestinal, debes adoptar algunos hábitos como:

Tener una alimentación equilibrada

Tener una alimentación equilibrada y saludable aporta diversos beneficios a nuestra vida, promoviendo salud y bienestar, además de contribuir a mantener el buen funcionamiento del intestino.

Beber mucho líquido

Nuestro cuerpo necesita líquidos para mantenerse vivo. El agua ayuda en los procesos digestivos y ayuda en la retención de fibra.

Se recomienda beber al menos dos litros de agua todos los días para que nuestro cuerpo esté en plenas condiciones de desempeñar sus funciones.

Intentar reducir el estrés

El estrés recurrente puede causar grandes daños a la salud, incluyendo en el intestino que puede tener su funcionamiento alterado, provocando problemas como el estreñimiento, la gastritis y otros.

Es fundamental buscar soluciones que ayuden a reducir el estrés como la lectura, la meditación, el cambio de ambiente y la práctica de actividad física.

Practicar ejercicio físico

El ejercicio físico mejora la motilidad intestinal, reduciendo las posibilidades de problemas como el estreñimiento.

No tomar laxantes sin supervisión médica

El uso continuo de laxantes, especialmente sin supervisión médica, puede dañar tu salud, resultando en problemas como el estreñimiento intestinal.

¿A qué profesional de la salud debes consultar si tienes problemas digestivos frecuentes?

El diagnóstico y el tratamiento de los problemas digestivos deben ser realizados solo por médicos debidamente habilitados.

El coloproctólogo es un profesional especializado en diagnosticar y tratar no solo el estreñimiento intestinal sino también enfermedades del intestino grueso, ano y colon.

Está capacitado para realizar exámenes como ultrasonografía endoanal, rectosigmoidoscopia y colonoscopia.

Conclusión

El estreñimiento intestinal es un problema que tiene algunas causas como la falta de consumo adecuado de fibra.

Además, el estreñimiento trae consigo algunos síntomas que pueden ser aliviados y prevenidos con la adopción de algunos hábitos en la vida de la persona.

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Gastritis: Todo lo que necesitas saber

La gastritis es una condición que afecta el revestimiento interno del estómago (mucosa), causando inflamación. Es una alteración común que puede afectar a personas de todas las edades y tener varias causas.

Continúa leyendo y aprende todo sobre este problema de salud, incluyendo sus síntomas, diagnóstico, tratamientos y prevención.

¿Qué es la gastritis?

La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago, que puede ser aguda o crónica. La gastritis aguda es una condición temporal causada más comúnmente por factores como infecciones bacterianas, uso prolongado de antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o ingestión excesiva de alcohol.

La gastritis crónica es una condición a largo plazo, causada por diversos factores, principalmente la infección crónica por la bacteria Helicobacter pylori, pero también por enfermedad autoinmune o reflujo biliar.

Las gastritis agudas o crónicas pueden manifestarse en la mucosa como áreas enrojecidas e inflamadas a lo largo del estómago, llamada gastritis enantematosa, o aparecer como úlceras en la mucosa, llamadas erosiones, en este caso siendo la gastritis llamada erosiva.

Finalmente, las gastritis también pueden ser clasificadas por el lugar donde aparecen, llamadas gastritis de antro (afectan la parte más cerca de la salida del estómago), gastritis de cuerpo (afectan el área más cerca de la entrada del estómago) o pangastritis, cuando afectan todo el estómago.

¿Cuáles son los síntomas de la gastritis?

Existen diversos síntomas, que pueden ser leves o graves, que indican la presencia de la gastritis. Varían de persona a persona, incluso existen personas asintomáticas.

Los síntomas más comunes de la gastritis incluyen dolor o malestar abdominal, que puede ser leve o fuerte, generalmente en la región superior del abdomen. Es posible describir este dolor como una sensación de ardor, presión o apretón en el estómago o hambre, pudiendo empeorar después de la alimentación o durante la noche.

Otros síntomas comunes de la gastritis incluyen náuseas y vómitos, pérdida de apetito, sensación de saciedad («estómago lleno») después de una pequeña comida, indigestión y acidez.

Estos indicadores de la enfermedad pueden ser desencadenados por alimentos picantes, alcohol, café u otros alimentos irritantes.

En casos más graves, la gastritis puede llevar a úlceras estomacales o sangrados. Los síntomas de úlceras estomacales pueden incluir dolor abdominal intenso, pérdida de peso, náuseas y vómitos con sangre o heces oscuras.

Es importante notar que estos síntomas también son causados por otras condiciones gastrointestinales, como reflujo ácido, úlceras pépticas o cáncer gástrico. Por lo tanto, se recomienda consultar a un especialista si estás experimentando alguno de estos síntomas para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento apropiado.

¿Cómo se puede diagnosticar la gastritis?

El diagnóstico de la gastritis generalmente implica una evaluación médica completa, incluyendo historial médico y examen físico.

El médico puede realizar pruebas adicionales, entre ellas la endoscopia digestiva alta, en la cual un tubo flexible con una cámara se inserta en la boca y desciende hasta el estómago para examinar el revestimiento de esta región, diagnosticando la gastritis u otras alteraciones, y también, haciendo la investigación para la infección del estómago por la bacteria H. Pylori.

Factores de riesgo para la gastritis

Los principales factores de riesgo para la gastritis incluyen:

Infección por la bacteria Helicobacter pylori

La bacteria Helicobacter pylori es una de las principales causas de la gastritis. La infección por esta bacteria es muy común y puede ser transmitida principalmente en la infancia, de persona a persona, a través de alimentos o agua contaminados.

Uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs)

Los AINEs son medicamentos comunes usados para tratar el dolor y la inflamación. El uso prolongado de estos medicamentos puede alterar la mucosa gástrica, causando gastritis.

Consumo excesivo de alcohol y/o tabaco

El consumo excesivo de alcohol, así como el tabaquismo, puede dañar la mucosa gástrica, llevando a la gastritis.

Estrés emocional

Los cambios emocionales y largos períodos de estrés pueden afectar el sistema digestivo, aumentando el riesgo de gastritis.

Enfermedad autoinmune

Algunas enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca, aumentan el riesgo de gastritis.

Reflujo biliar

El reflujo biliar ocurre cuando los ácidos biliares retornan del intestino delgado al estómago, causando la inflamación de la mucosa gástrica.

Edad avanzada

A medida que envejecemos, la mucosa gástrica se vuelve más susceptible a daños, aumentando el riesgo de gastritis.

Es importante notar que no todas las personas que presentan estos factores de riesgo desarrollarán gastritis.

Sin embargo, si tienes uno o más de estos factores de riesgo y estás experimentando síntomas de la enfermedad, es importante consultar a un médico especialista con urgencia.

Tratamiento y prevención de la gastritis

El tratamiento de la gastritis depende de la causa subyacente de la condición. Si la gastritis es causada por infección por la bacteria Helicobacter pylori, el tratamiento puede implicar el uso de antibióticos, además de medicamentos para reducir la acidez gástrica.

Cuando es causada por el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), el médico puede prescribir medicamentos alternativos para controlar el dolor y la inflamación.

En general, el tratamiento de la gastritis puede implicar cambios en el estilo de vida, incluyendo:

  • Evitar alimentos que irritan el estómago, como alimentos picantes y ácidos;
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco;
  • Evitar alimentos ricos en grasa;
  • Comer comidas más pequeñas y frecuentes;
  • Tomar medicamentos para reducir la acidez gástrica, como antiácidos o inhibidores de la bomba de protones (IBPs) según la orientación médica;
  • Hacer un seguimiento médico y buscar a un profesional si presentas los signos descritos.

La prevención de la gastritis implica mantener un estilo de vida saludable y estar atento a los factores de riesgo, como los listados en este post.

Esto incluye evitar el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, y, si es posible, no consumir alcohol y tabaco, además de manejar el estrés, mantener una dieta saludable y equilibrada, practicar actividades físicas y beber mucha agua. En resumen, son cuidados que toda persona debe tener.

Si ya has tenido gastritis antes, puede ser útil no consumir alimentos que te hicieron daño, además de monitorear tus síntomas regularmente para detectar posibles recaídas tempranas. También es importante hacer exámenes con frecuencia para evitar otros problemas estomacales.

Conclusión

La gastritis es una condición más común de lo que imaginas. Al afectar el revestimiento del estómago, muchas veces las personas no buscan al médico si los síntomas son leves, como acidez.

Sin embargo, al notar cualquier señal de la enfermedad, como dolor abdominal, náuseas y vómitos, pérdida de apetito, sensación de saciedad después de una pequeña comida, indigestión y acidez, busca la ayuda de un profesional. Solo así tendrás más calidad de vida y salud.




5 hábitos simples para mantener una buena salud intestinal

Mantener un intestino saludable es fundamental para garantizar una buena absorción de nutrientes, prevenir enfermedades y promover la salud general del organismo. El intestino es responsable de digerir los alimentos y absorber los nutrientes esenciales para el funcionamiento del cuerpo.

También alberga una gran cantidad de bacterias beneficiosas, que ayudan en la digestión, en el fortalecimiento del sistema inmunológico y en la prevención de enfermedades.

Conociendo esto, preparamos este post para mostrarle la importancia de tener un intestino saludable, además de listar hábitos simples que proporcionan una buena salud intestinal.

Importancia de un intestino saludable

La importancia del intestino como órgano y su relación con otros sistemas del organismo ha sido objeto de varios descubrimientos científicos. El mantenimiento de la salud intestinal es fundamental para equilibrar las bacterias presentes en el órgano, lo que promueve la absorción de nutrientes y beneficia la salud general.

El desequilibrio de estas bacterias se conoce como disbiosis y puede comprometer la barrera intestinal, permitiendo que partículas pasen a la corriente sanguínea y perjudiquen la salud. Este desequilibrio puede ser causado por enfermedades intestinales, alimentación inadecuada (como el consumo excesivo de grasas saturadas, grasas trans, alcohol y la baja ingesta de fibras), tabaquismo, medicamentos y estrés.

Las partículas que pasan por la barrera intestinal pueden desencadenar respuestas negativas en el sistema inmunológico, por eso es importante mantener la salud intestinal y el equilibrio de las bacterias para ayudar a la defensa del organismo.

Los síntomas de la disbiosis incluyen náuseas, flatulencia, distensión abdominal, caída del cabello, uñas frágiles, irregularidad intestinal (alternancia entre diarrea y estreñimiento), heces mal formadas, dolores de cabeza, entre otros.

Es importante hablar con un profesional de la salud si presenta síntomas o tiene dudas sobre la salud intestinal.

5 hábitos simples para mantener una buena salud intestinal

Para mantener su intestino en buenas condiciones de funcionamiento es importante seguir algunos hábitos simples, pero muy eficaces cuando se aplican en conjunto durante un tiempo considerable.

Consuma alimentos ricos en fibras

La dieta que seguimos tiene un impacto significativo en el microbioma intestinal, que está compuesto por muchos tipos de bacterias que viven en nuestro intestino.

Estudios científicos muestran que una dieta occidental, caracterizada por ser rica en grasas animales y proteínas, pero pobre en fibras, puede aumentar la producción de compuestos que causan inflamación y cáncer en el organismo.

Por otro lado, la dieta mediterránea, que es rica en fibras e incluye poco consumo de carne roja, ha sido asociada al aumento de los niveles de ácidos grasos de cadena corta en las heces, que tienen propiedades antiinflamatorias y mejoran la salud del sistema inmunológico.

Incluir alimentos ricos en fibras es muy importante para mantener la salud del intestino en día. Algunas opciones de alimentos ricos en fibras incluyen:

  • Frutas frescas: naranja, mandarina, papaya, higo, ciruela, mango, kiwi, piña, uva, entre otras;
  • Frutas secas: ciruela negra, albaricoque, higo seco, uva pasa;
  • Cereales integrales: salvado de avena o de trigo, germen de trigo, linaza, pan integral, arroz integral;
  • Legumbres: frijoles, lentejas, garbanzos, soja;
  • Hortalizas: berenjena, brócoli, judías verdes, espárragos, alcachofra y verduras, preferiblemente crudas, como achicoria (escarola), lechuga, rúcula.

Bebe al menos 2 litros de agua diariamente

Beber agua es muy importante para mantener la salud del intestino, ya que el agua ayuda a mantener las heces blandas, facilitando la evacuación, previniendo el estreñimiento y el intestino preso.

Además, el agua ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos corporales, que es esencial para la absorción de nutrientes y para el buen funcionamiento del sistema digestivo en general.

Se recomienda que los adultos beban al menos 2 litros de agua al día para mantener una buena hidratación y salud intestinal.

A continuación, una receta de jugo laxante para que hagas en casa.

Para preparar un vaso de 200 ml:

  • 1/4 de papaya o 1 rebanada de papaya;
  • 1/2 vaso de jugo de naranja o jugo de 1 unidad de naranja;
  • 4-5 ciruelas secas (sin hueso).

Batir en la licuadora, colar y beber inmediatamente. Preferiblemente, no use azúcar o edulcorante.

Coma alimentos probióticos y prebióticos regularmente

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden ejercer efectos beneficiosos sobre la flora intestinal, promoviendo mejoras en el tránsito intestinal y otros beneficios.

Hay una variedad de productos disponibles en el mercado que contienen probióticos, como yogures y leches fermentadas, que generalmente contienen lactobacilos y bifidobacterias.

Los prebióticos son carbohidratos no digeribles, principalmente fibras, que estimulan el crecimiento y/o la actividad de bacterias deseables en el intestino.

Se encuentran en alimentos como cebolla, achicoria, ajo, alcachofra, cereales, espárragos, raíces de endibia, remolacha, plátano, trigo y tomate, además de miel y azúcar moreno y en tubérculos como el yacón.

Practica ejercicios físicos diariamente

La práctica regular de ejercicios físicos puede mejorar la salud del intestino. Varios estudios han mostrado que la actividad física puede ayudar a prevenir y tratar problemas intestinales como estreñimiento, síndrome del intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal e incluso cáncer de colon.

El ejercicio puede ayudar a regularizar el tránsito intestinal, promoviendo el aumento de la frecuencia y de la consistencia de las evacuaciones. Además, la actividad física también ayuda a reducir la inflamación en el intestino, que es un factor importante en muchas enfermedades intestinales.

La práctica de ejercicios físicos también es útil para mejorar la composición de la microbiota intestinal, aumentando la diversidad de bacterias beneficiosas y reduciendo la presencia de bacterias patógenas. Esto contribuye a la salud del intestino y a la prevención de enfermedades intestinales.

Incluye en tu dieta alimentos detoxificantes

Algunos alimentos considerados “detoxificantes” pueden contribuir a mejorar la salud del intestino, especialmente alimentos como la col, la remolacha, el perejil fresco y los granos integrales.

Estos alimentos ayudan a aumentar la ingesta de fibras, que son importantes para mantener la regularidad intestinal y eliminar toxinas y residuos.

Algunos alimentos contienen compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y la inflamación en el intestino.

Conclusión

Mantener un intestino saludable es esencial para garantizar el bienestar físico y mental. Esto puede ser alcanzado a través de una dieta equilibrada, rica en fibras y alimentos probióticos, así como la práctica regular de actividad física, la reducción del estrés y la adopción de otros hábitos saludables.




Flatulencia excesiva: Conozca las principales causas y tratamientos

Los problemas intestinales son comunes y están entre los síntomas más desagradables que una persona puede enfrentar en algún momento. Las causas son numerosas y realmente deben recibir la atención adecuada, especialmente cuando se trata del sistema digestivo que debe tener nuestra atención especial.

Uno de los síntomas, por ejemplo, totalmente ligado a nuestros hábitos diarios es la flatulencia excesiva, que como podemos entender es el aumento de los gases que eliminamos como resultado del proceso digestivo no completo.

La flatulencia excesiva puede afectar la calidad de vida y tener consecuencias embarazosas. Conozca más sobre las principales causas y tratamientos para reducir el problema.

Flatulencia excesiva

En primer lugar, la flatulencia es la eliminación de los gases provenientes del intestino a través del recto, como resultado del proceso de digestión y también de los gases deglutidos mientras comemos o hablamos, siendo una de las funciones naturales del cuerpo humano. Sin embargo, el indicativo de alguna irregularidad es exactamente su alta frecuencia.

Según datos de una investigación detallada realizada por una revista de gastroenterología estadounidense, lo normal es que una persona en buen estado de salud elimine entre 500 a 1400 ml de gas por día, es decir, un número alrededor de un máximo de 20 eliminaciones.

Destacamos que pueden ocurrir ciertas variaciones de estos datos, ya que es necesario considerar cada circunstancia en la que la persona que está sintiendo los síntomas se encuentre.

El exceso se constata precisamente cuando estas eliminaciones superan este número de referencia, añadiendo, además, incomodidad como cólicos y dolores en la región abdominal, esa conocida sensación de barriga llena, originada por la concentración de los gases.

Lo más importante en estos casos es entender que, inicialmente, esto sugiere alguna pequeña irregularidad ocasionada por una alimentación desregulada, no un problema serio de salud, sin embargo, algunos cuidados deben ser tomados a partir de entonces.

Ahora, vamos a profundizar un poco sobre el tema, viendo sus causas y cómo podemos tratar este síntoma.

¿Por qué ocurre la flatulencia excesiva?

Básicamente, la flatulencia común surge cuando los alimentos, principalmente los carbohidratos, no se descomponen completamente en el paso por el estómago durante el metabolismo, que es el proceso de digestión.

En resumen, es cuando la digestión no ocurre en su totalidad, con la descomposición eficaz de los alimentos consumidos.

La flatulencia excesiva, como ya se mencionó, es el aumento significativo de estos gases que, además de la incomodidad en la región del abdomen, desafortunadamente provoca cierto constrangimiento, especialmente si ocurre en un ambiente público.

Principales causas de la flatulencia

Las causas de la flatulencia excesiva son específicas y están directamente ligadas a 3 factores: alimentación, sedentarismo y problemas gastrointestinales.

Observe cómo pequeños detalles, dentro de estos 3 ítems, influyen directamente en la aparición del síntoma.

Alimentos

Incluso los alimentos etiquetados como saludables pueden causar flatulencia excesiva. A continuación, enumeramos algunos de los alimentos que más provocan este exceso de gases.

Vea algunos de los alimentos que más provocan la flatulencia:

  • frutas frescas o secas: ciruela, pasas, manzana y pera;
  • lácteos: leche y derivados;
  • verduras: brócoli, cebolla, zanahoria, col y repollo;
  • legumbres: guisantes, frijoles, lentejas;
  • bebidas con gas: agua con gas, refrescos y cervezas.

En el día a día, especialmente a la hora de las comidas, la mayoría de las personas tienen algunos hábitos naturales que también provocan la flatulencia, como:

  • aerofagia: se trata de tragar aire cuando se está comiendo, bebiendo, riendo e incluso mientras se habla;
  • ingerir grandes cantidades de comida de una sola vez. (¡Bien que escuchamos de los mayores: ¡Come despacio!);
  • y el más famoso de los errores que cometemos cuando comemos, y que ni siquiera nos damos cuenta, que es masticar los alimentos rápido y aún con la boca abierta.

Si ya eres una persona que se ejercita regularmente, siendo asiduo en el gimnasio y consumes suplementos de proteína, el famoso whey protein, ¡presta atención! Su consumo aumenta la producción de gases.

Un consejo general, siempre recomendado, es el equilibrio en la alimentación, después de todo, todo lo que se consume con conciencia y en la medida justa no solo contribuye, sino que mejora nuestra salud a lo largo del tiempo.

Sedentarismo

Uno de los grandes villanos de la salud del siglo 21, el sedentarismo, es uno de los provocadores de la flatulencia excesiva, porque la falta de ejercicios hace que el proceso de metabolismo sea lento, impidiendo que el intestino mantenga su flujo normal, consecuentemente, ocasionando la acumulación de gases.

Por eso, incluso si aún no eres un adepto a los ejercicios, comienza a cambiar tus hábitos, incluyendo inicialmente algunas caminatas al aire libre y, posteriormente, progresando a otros ejercicios como ciclismo o incluso asistiendo a un gimnasio.

Comienza una nueva fase en tu vida e incluye hoy el placer del deporte en tu rutina.

Enfermedades gastrointestinales

Las alteraciones intestinales más comunes son: estreñimiento intestinal, enfermedades inflamatorias intestinales (Enfermedad de Crohn), que enfermedades afectan la digestión y absorción, como la enfermedad celíaca e intolerancia a la lactosa, y el síndrome del intestino irritable.

Estas pueden ser silenciosas, y mantener una rutina de consultas regulares, seguidas de exámenes cuando sea necesario, es más que suficiente para una vida saludable y sin riesgo de exceso de gases.

Esté atento a otros signos que surgen junto al exceso de gases, como acidez, hinchazón, mal aliento, náuseas, ardor, hipo y vómitos, ya que pueden indicar otras alteraciones y necesitan ser evaluadas con cuidado.

¿Cómo prevenir o tratar el problema?

Las reglas básicas, tanto para prevenir como para tratar, son las mismas, es decir, se trata del compañero de siempre: el equilibrio.

Puede parecer un cliché, pero al principio lo ideal es la hidratación, con la ingesta de aproximadamente 2 litros de agua por día.

Otro ítem indispensable es mantener una alimentación rica en granos, fibras, frutas y vegetales frescos. Esto incluye evitar el exceso de algunos de los alimentos enumerados en este artículo.

Estas acciones pueden ayudarte a crear el hábito de tener moderación en la alimentación.

Además, realizar comidas con calma y masticar bien los alimentos son otras orientaciones bastante conocidas, sin embargo, no ejecutadas. Si se siguen de hecho, te sorprenderás en poco tiempo.

Conclusión

¿Te diste cuenta de cuánto a veces nos equivocamos diariamente, incluso en las acciones más simples, como alimentarnos?

Lo importante es que puedes cambiar a partir de ahora, poner en orden lo que está desordenado y volver a disfrutar de una salud plena.

Todas las acciones que hemos aprendido hasta aquí, sumadas a una rutina diaria de actividades físicas, te pondrán de vuelta en el camino y, de paso, proporcionarán una vida más saludable y duradera.

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Aquí tus dudas serán resueltas y siempre encontrarás una novedad sobre prevención y los mejores tratamientos para ayudar en el mantenimiento de tu salud gastrointestinal.

Estamos aquí por ti.

Hasta luego.




Lo que debe saber antes de optar por la cirugía bariátrica?

Las cirugías bariátricas son una opción cada vez más común para aquellos que luchan contra la obesidad crónica. Aunque es eficaz para promover la pérdida de peso significativa, este procedimiento también implica algunos riesgos. Por eso, la persona interesada en el procedimiento necesita armarse de información antes de decidirse por la cirugía.

En este artículo, vamos a mostrar algunos puntos a considerar antes de optar por la cirugía bariátrica, incluyendo los posibles riesgos, tipos de cirugías bariátricas e indicaciones.

¿Qué es la cirugía bariátrica y cómo se realiza?

La cirugía bariátrica es un procedimiento cada vez más realizado, con el objetivo de perder peso. Está indicada para personas que no pueden adelgazar mediante métodos convencionales, como dietas y ejercicios. En las cirugías bariátricas, el cirujano altera la anatomía del estómago y del intestino para inducir la pérdida de peso, siendo que actualmente, hay dos tipos principales de procedimientos.

Gastroplastia vertical o sleeve

Este método retira parte del estómago, dejándolo con una forma de tubo, disminuyendo su volumen, sin causar alteración en el intestino. Es un tipo de cirugía que lleva a la disminución del volumen de alimento que el paciente puede ingerir, llevando a la pérdida de peso. Debido a este mecanismo, este tipo de cirugía se llama restrictiva.

Bypass gástrico o Gastroplastia reductora (Cirugía de Capella)

En este método, el estómago se separa con grapas en dos partes, quedando una pequeña parte conectada al esófago (reservorio gástrico), y la mayor parte separada del resto. También se realiza una anastomosis (unión) entre el intestino delgado y esa pequeña parte que quedó del estómago, haciendo que la comida ingerida acabe «saltando una parte inicial del intestino, disminuyendo su absorción. Así la cantidad ingerida de alimento es pequeña (cirugía restrictiva), y su absorción disminuida (cirugía disabsortiva), siendo por eso el mecanismo de adelgazamiento de este tipo de cirugía llamado de mixto.

¿Qué evaluar antes del procedimiento quirúrgico?

La cirugía bariátrica puede ser una manera eficaz de tratar la obesidad, pero es importante entender los riesgos y las limitaciones antes de tomar esa importante decisión. Por eso, los pacientes deben conocer todos los hechos sobre la cirugía bariátrica, para que puedan decidir conscientemente si esta es la mejor.

Se recomienda buscar orientaciones con el médico para que pueda explicar los riesgos involucrados. Es importante recordar también que habrá un cambio de estilo de vida después del procedimiento. Es decir, el paciente necesitará seguir una dieta controlada y también será necesario abandonar el sedentarismo.

La cirugía bariátrica tiene diferentes opciones, que deben ser discutidas con el médico para determinar la que se adapta mejor al paciente y a sus objetivos. Además, el procedimiento también requiere preparación física y mental, para que el cuerpo y la mente puedan manejar bien los efectos de la operación.

Evalúa tu IMC

La cirugía bariátrica es una opción importante para la pérdida de peso, pero antes de cualquier decisión, es importante recordar que es vital evaluar el IMC (Índice de Masa Corporal) del paciente. Este índice se utiliza para evaluar el peso en relación a la altura del paciente, y determinar el estado nutricional y diagnosticar la obesidad.

El IMC se calcula dividiendo el peso corporal por la altura al cuadrado. Si el resultado del IMC es entre 25 y 30 el paciente está con sobrepeso, si entre 30 a 35 es considerado con obesidad grado I, entre 35 y 40 obesidad grado II y por encima de 40 obesidad grado III.

Las cirugías bariátricas hoy en día se indican a los pacientes con IMC entre 35 y 40 que tienen comorbilidades (enfermedades relacionadas con la obesidad) como diabetes y artrosis, y para todos los que tienen un IMC por encima de 40.

Importante: Para que el paciente sea considerado apto para realizar la cirugía, el IMC necesita estar estable durante al menos 2 años.

¿Qué cirugía elegir?

Esta decisión se basa en el IMC, las características del paciente y la elección del cirujano. En general, la Gastrectomía vertical es la elección para pacientes con necesidad de menor pérdida de peso, y al no tener anastomosis, tiene menor riesgo quirúrgico. La gastroplastia reductora, se reserva para pacientes que necesitan una mayor pérdida de peso, pero tiene riesgos de complicaciones mayores que la gastrectomía vertical.

Antes de optar por el procedimiento quirúrgico necesitas tener un seguimiento constante de un equipo multidisciplinario (médicos, nutricionistas profesionales de educación física y otros) para garantizar que los resultados de la cirugía bariátrica sean satisfactorios.

Comprende las limitaciones derivadas de la cirugía

La cirugía bariátrica no debe ser considerada como la cura milagrosa para la obesidad. Es solo el primer paso del paciente en el camino de la pérdida de peso. Será necesario tener determinación y fuerza, ya que necesitará realizar una dieta restrictiva, ejercicios físicos, y evaluaciones de salud constantes. Así, sin la total determinación y apoyo del paciente, el resultado de pérdida de peso no puede ser alcanzado.

Considera los riesgos de la cirugía bariátrica

Estudios sugieren que el principal factor de riesgo para complicaciones es la obesidad extrema, pero factores como la salud general y el tabaquismo también deben ser considerados al evaluar el riesgo de desarrollar complicaciones. Sin embargo, con los avances tecnológicos y los cuidados dedicados a los pacientes, los riesgos de la cirugía bariátrica se reducen, permitiendo que cada vez más personas se beneficien de la cirugía.

Las complicaciones pueden ser diferentes para cada tipo de cirugía, pero las más comunes son

  • Dolores en el postoperatorio;
  • Sangrados;
  • Infecciones;
  • Fístula;
  • Embolia pulmonar.

Vale la pena recordar que todas estas complicaciones tienen tratamiento, por eso, las cirugías bariátricas son consideradas procedimientos seguros.

Antes de que el paciente acepte hacer un procedimiento quirúrgico, necesita entender que el postoperatorio contará con una realidad muy diferente. Normalmente, el cuerpo recibe menos nutrientes, y por eso puede ocurrir que el paciente tenga anemia, caída de cabello y hasta problemas dentales.

Conclusión

Decidir por la cirugía bariátrica para la pérdida de peso no es una elección simple. Como hemos visto, existen requisitos previos que evaluarán si el paciente está en el perfil de este tipo de procedimiento, y cuál es el mejor para él. La persona interesada también necesita evaluar los riesgos y cuidados en el postoperatorio.

Antes de optar por la cirugía bariátrica, presta atención a nuestros contenidos sobre el tema. Aquí en Gastroblog, traemos información completa y detallada sobre esta cirugía, para que tomes la mejor decisión y transformes tu vida, sin ninguna duda acerca del procedimiento.

Además, es muy importante que siempre hables con tu médico si la cirugía bariátrica es la mejor opción para ti.