La colonoscopia es una prueba de detección, generalmente realizada bajo sedación. Se utiliza para detectar posibles problemas de salud en el colon, como pólipos y cáncer colorrectal.
Lo que comes y bebes después del procedimiento es importante. Los preparativos que hiciste para prepararte para la colonoscopia te deshidratan, por lo tanto, reponer líquidos y electrolitos en el sistema es vital.
Tu médico puede recomendar que comas con moderación, o que no comas nada, en las horas inmediatamente después del procedimiento. Durante el resto del día y al día siguiente, se te aconsejará beber muchos líquidos y comer alimentos ligeros y de fácil digestión que no irritarán el colon.
Estas precauciones dietéticas normalmente solo se requieren por un día, pero cada persona es diferente. Si tu sistema no puede tolerar tu dieta habitual inmediatamente, continúa comiendo alimentos blandos y líquidos por uno o dos días más.
Tu médico también puede recomendar que sigas una dieta ligera y baja en residuos inmediatamente después del procedimiento. Esto consiste en una cantidad limitada de lácteos, además de alimentos bajos en fibra, que son fáciles de digerir y producen menos heces.
Alimentos y bebidas para consumir el día después de la colonoscopia incluyen:
- bebidas con electrolitos
- agua
- zumo de fruta
- té de hierbas
- galletas saladas
- sopa
- huevos revueltos
- vegetales tiernos cocidos
- yogur
- gelatina
- flan
- puré de patata o asada
- pan blanco o tostadas
- pescado blanco suave
- pollo a la parrilla
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